En un mundo cada vez más conectado, es innegable el papel crucial que juegan las aplicaciones de mensajería en nuestra vida diaria. Entre ellas, Telegram ha destacado por su enfoque en la privacidad y la seguridad de sus usuarios. Sin embargo, ¿hemos considerado realmente cómo esto afecta a los menores de edad que hacen uso de esta plataforma?
Hace un par de días, mi hijo me pidió que le instalara Telegram, todo comenzó porque me escuchó decir que era una de las mejores aplicaciones de mensajería, y de todas las bondades que esta ofrece. Sin embargo, me resulta difícil acceder a esta solicitud.
La adolescencia es una etapa compleja, donde los jóvenes están explorando su identidad y su relación con el mundo que les rodea. Mi hijo está comenzado esa etapa. En este contexto, las aplicaciones de mensajería, especialmente Telegram, pueden ser tanto una herramienta de conexión como un potencial riesgo para su seguridad. Aunque ofrezca algunas medidas de privacidad, considero que no son suficientes para proteger a los adolescentes en línea.
Una de las preocupaciones más grandes es el acceso a contenido inapropiado o peligroso que puede encontrarse dentro de la aplicación, una simple búsqueda, se encuentran grupos y canales indebidos. Aunque se han implementado algunas restricciones, como el control de estos, ¿qué garantía tenemos de que los jóvenes no se vean expuestos a situaciones que puedan poner en peligro su bienestar?
Si bien Telegram ha tomado medidas para promover un uso responsable de la plataforma, es evidente que se necesitan más acciones para proteger a los jóvenes en línea. Crear herramientas específicas de control parental y fomentar una comunicación abierta entre padres e hijos sobre el uso de la tecnología podría ser clave para garantizar un entorno seguro y positivo en esta plataforma y en otras similares.
