La reciente publicación del código fuente de Winamp ha generado bastante interés y debate en la comunidad tecnológica. Sin embargo, no todo es positivo, ya que muchos desarrolladores critican la nueva «Licencia Colaborativa Winamp» (WCL) por ser demasiado restrictiva.
El código liberado corresponde a la versión clásica de Winamp. La decisión de abrir parte de su código es sin duda un avance, pero la licencia que lo acompaña ha dejado a muchos con dudas sobre cuánto de esa apertura es realmente efectiva.
La licencia colaborativa Winamp (WCL)
La WCL establece ciertas reglas que limitan lo que los desarrolladores pueden hacer:
- Contribuciones: Los usuarios son bienvenidos a mejorar el software, pero al hacerlo, tienen que ceder todos los derechos de sus aportes a Winamp. Esto significa que no recibirán reconocimiento ni compensación por su trabajo.
- Renuncia de derechos: Al contribuir, los desarrolladores renuncian a su derecho a reclamar la autoría de sus contribuciones, lo que implica que no pueden oponerse a futuras modificaciones.
- Restricciones de distribución: Quizás lo más llamativo es que la licencia prohíbe la distribución de versiones modificadas. Esto limita la capacidad de los desarrolladores para compartir sus propias innovaciones con el resto de la comunidad.
La compañía actualizó la licencia (WCL 1.0.1) para permitir bifurcaciones del código, pero solo para uso personal. Esto significa que los entusiastas pueden experimentar en sus propias computadoras, pero no pueden compartir esas versiones modificadas.
Muchos desarrolladores criticaron las restricciones impuestas, señalando que, aunque la apertura del código representa un paso positivo, la carencia de libertad para modificar y distribuir el software limita significativamente la capacidad de innovar.
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