Hoy es una fecha que quedará marcada en la historia, por el reciente incidente en el sector tecnológico que ha generado caos en varias industrias, desde aerolíneas hasta bancos y proveedores de atención médica. Este incidente, provocado por una actualización defectuosa de CrowdStrike, resultó en la temida pantalla azul de la muerte (BSOD) en numerosos sistemas Windows. Sin embargo, los sistemas Mac y Linux no se vieron afectados.
Este no es un caso aislado; los usuarios de sistemas Debian y Rocky Linux también han reportado fallos importantes debido a las actualizaciones de CrowdStrike. Estos incidentes han despertado serias preocupaciones sobre las prácticas de prueba y actualización de la empresa.
En abril, una actualización de CrowdStrike causó que todos los servidores Debian Linux en un laboratorio de tecnología cívica fallaran simultáneamente. La actualización, incompatible con la versión estable más reciente de Debian, impidió que las máquinas arrancaran. El equipo de TI del laboratorio descubrió que la desinstalación de CrowdStrike permitía que los servidores volvieran a funcionar.
La respuesta de CrowdStrike a estos problemas ha sido objeto de críticas. Un miembro del equipo afectado expresó su frustración por la demora en recibir un análisis de la causa raíz, que llegó semanas después de que el problema fuera reconocido. El análisis reveló que la configuración de Debian Linux no había sido incluida en la matriz de prueba de CrowdStrike.
El patrón de fallos no se limita a Debian. Usuarios de RockyLinux 9.4 también han informado de problemas similares, con servidores que fallaron debido a un error del kernel tras una actualización de CrowdStrike. La empresa ha reconocido estos problemas, lo que pone de manifiesto una falta de pruebas adecuadas y de atención a la compatibilidad con distintos sistemas operativos.
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