Un mal día como técnico informático

Hace un par de días recibí la llamada de un cliente, me comentó que había adquirido una computadora nueva y que necesitaba de mis servicios para que le instalará los programas necesarios para trabajar; ya saben, los programas típicos: Paquetería de Office, Compresor de archivos, etc. Pues, no esperé más y llegué a su domicilio.

De entrada, a verificar las características del ordenador para saber que versiones me tocaría instalar, teniendo en mente que es un equipo nuevo, me esperaba con algo mejor, cuando menos, algo que decente para poder trabajar bien. Bueno, eso no importa, me dediqué a hacer lo que tenía que hacer.

Me dirigí a la lista de los programas predeterminados y lo primero que desinstalé fue el antivirus, el producto era de prueba, así que por ser Windows 10 y tener ya el Windows Defender, pues con eso, no se debería tener más.

En el transcurso de la desinstalación del antivirus el desinstalador se congeló, supuse que sería algo normal, por las características del equipo y al estar ejecutando otras operaciones, no pensé que fuera algo más grave, pero… mi sorpresa fue mayor, al ver después que el sistema operativo también se había congelado, no funcionaba nada, teclado y mouse, muertos.

Espere y espere…, y nada, me toco apagar la computadora como el macho alfa que soy, mantener presionado el botón de encendido, hasta que el equipo se haya apagado totalmente.

De momento pensé que algo estaba mal, y que no pudo haber sido por desinstalar el antivirus, pues eso era algo totalmente ilógico. Seguí avanzando a instalar la paquetería de office, cuando vi un mensaje de error, “La instalación no pudo completarse”. Pensando que algún archivo de la paquetería de office estaba corrupto, decidí instalar otra versión, que, aunque no era el acorde al equipo, era para salir de dudas; a mitad de la instalación, mire a la pantalla del ordenador, y ahí estaba otro error más; poniéndome las manos en la cara, pensé, “este no es mi día”.

Reinicie el sistema de manera normal, ya no como el  macho alfa que solía ser, y aquí un error nuevo de arranque: Error 1962: No operating system found. Boot sequence will automatically repeat. Gesto el mío a ver esto.

Pasó por mi mente decirle al cliente que su computadora tenía problemas de hardware, pero también supuse que no entendería y mucho menos lo aceptaría, pues el equipo lo habían adquirido unos días antes. Así que asentando la cabeza, procedí a volver a encender el equipo, y el mensaje de error de inicio había desaparecido, a partir de ahí el sistema tornó a trabajar más lento de lo normal, la instalación del office no había terminado, y yo queriendo volver a intentarlo, pero el mismo error de instalación seguía apareciendo.

Decidí darle jaque mate a este problema, ¿y, cómo?, reinstalando el sistema operativo, ya que después de haber pasado por la Bios, queriendo solucionar esa pantalla negra del error de inicio, y sin ninguna victoria obtenida, quería intentar este método.

Realice el procedimiento y todo Ok, había quedado bien, después de haber pasado varias horas frente al ordenador, ya todo estaba normal.

Después de ver que todo estaba marchando como debería ser, llamé al cliente para que usara su nueva computadora.

Al día siguiente recibo otra llamada del mismo cliente, diciéndome que su computadora no respondía. Llegué al domicilio y he aquí una sorpresa: Una pantalla azul me estaba esperando. Ufff, expresé, esto ya se salió fuera de control. Esto no es del sistema operativo, esto es lo que sospeché desde que vi aquella pantalla negra  “problemas con el disco duro”, y no era recomendable tratar de repararlo, pues el equipo aún estaba en el margen de garantía.

Para no hacer más larga la publicación, que yo, ya me (pique escribiendo) gustó esto de redactar mis problemas técnicos; pensé como decirle al cliente que su computadora nueva tenía problemas. Así que tenía que mostrarle con hechos, aunque después de verme ahí sentando en su escritorio, era ilógico que el cliente no admitiera que algo no estaba bien.

Como comprobar la salud de un disco duro en Windows

Y aquí es donde entra en juego la herramienta casi mágica, que me ayudaría a poder expresarme.

Existen herramientas especializadas para saber el estado de salud de nuestro disco duro, aquí opté por usar CrystalDiskInfo por su facilidad de uso, además iba a ejecutarlo frente al dueño del equipo, y esta utilidad es la perfecta. Ya que no tienes que hacer nada, más que ejecutar la aplicación y listo.

La imagen de arriba no pertenece al equipo que revisé, ya que en su momento no le tome ninguna captura al disco malo, pues no pensaba escribir un articulo sobre eso.

Me dirigí a la página de CrystalDiskInfo y descargué la versión portable.

Asombroso fue lo que esta herramienta nos permitió ver, el disco duro estaba en “Mal estado”. Tal como lo suponía desde un principio, fue ahí en donde el cliente pudo ver lo que yo tenía que decirle en palabras. Claro, tuve que explicarle algunos detalles más, para que entendiera mejor.

Agregué que no es correcto tratar de solucionar ese tipo de problemas, y mucho menos cuando están activas las garantías. Además, no siempre se obtienen buenos resultados al hacer este tipo prácticas.

Me agradeció el dueño del equipo por explicarle del porqué suceden estas cosas, aunque su rostro se veía algo molesto, pues tendría que viajar de nuevo para ir a ver que le validaran la garantía.

Amigos, esto fue lo que para mí le llamo, tener un mal día como técnico. Quizás para la próxima ejecute primero herramientas de testeo de hardware, aun cuando sea un ordenador nuevo.