Microsoft ha comenzado a obligar a los usuarios a actualizar a versiones más recientes del sistema operativo mediante un proceso conocido como actualización forzada, según informan varios medios de comunicación. Esta práctica, que consiste en instalar automáticamente una nueva versión para aquellos que utilizan la actualización automática de Windows, ha generado controversia durante años. Muchos usuarios consideran las «actualizaciones forzadas» como una intervención no deseada que, en ocasiones, puede causar problemas.
El equipo de Windows anunció recientemente una actualización forzada para los usuarios de la versión 21H2, lanzada en mayo. En este anuncio, se mencionó que las máquinas que cumplan con los requisitos mínimos podrán ser actualizadas a Windows 11. Microsoft suele notificar a los usuarios varias veces sobre el fin del soporte antes de proceder con la actualización automática a la última versión disponible.
A partir del 11 de junio de 2024, las ediciones Enterprise, Education e IoT Enterprise de Windows 10, versión 21H2, han llegado al final del servicio. El Actualización de seguridad de junio de 2024, lanzada el 11 de junio de 2024, es la última actualización disponible para esta versión. Después de esta fecha, los dispositivos que ejecuten esta versión ya no recibirán actualizaciones mensuales de seguridad y vista previa que contengan protecciones contra las últimas amenazas a la seguridad.
Para ayudarlo a mantenerse protegido y productivo, Windows Update iniciará automáticamente una actualización de funciones para dispositivos comerciales con Windows 10 que no sean administrados por departamentos de TI cuando estén al final del servicio o dentro de varios meses después de alcanzarlo. Al pasar a Windows 10, la versión 22H2 mantiene su dispositivo compatible y recibe actualizaciones mensuales que son fundamentales para la seguridad y la salud del ecosistema.
Como siempre, le recomendamos que actualice los dispositivos elegibles a Windows 11.
Microsoft
Microsoft ha estado actualizando automáticamente las PC de los usuarios desde hace tiempo, generalmente poco después de lanzar la última actualización de seguridad. Su objetivo es asegurar que los usuarios tengan una versión de Windows segura y completamente compatible. Sin embargo, la obligatoriedad de estas actualizaciones ha generado inconvenientes para algunos usuarios, quienes prefieren controlar cuándo y cómo actualizar sus sistemas.