Te llega un mensaje. Parece de confianza. Alguien te recomienda una app para proteger tu Android. Te dice que hay amenazas, que tu teléfono podría estar en riesgo. Hacés clic, descargás. Parece confiable. No lo es.
Se llama LunaSpy. Es spyware. Se hace pasar por software de seguridad y hace lo contrario: roba tus datos.
Kaspersky lo detectó activo desde febrero de 2025. Se propaga por apps de mensajería, chats y canales de Telegram. A veces llega de desconocidos, otras desde contactos cuyas cuentas fueron comprometidas.
Una vez instalada, la app lanza alertas falsas: que tu teléfono tiene amenazas, que necesita permisos para protegerte. Si aceptás, le das acceso total. A todo.
LunaSpy copia contraseñas, mensajes, contactos, historial de llamadas, ubicación. Graba con micrófono y cámara. Captura lo que ves en pantalla. Puede ejecutar comandos remotos. Incluso está preparada para robar tus fotos, aunque esa función todavía no está activa.
No trabaja sola. Usa una red de al menos 150 dominios y direcciones IP para enviar la información robada y recibir órdenes. Es parte de algo más grande.
Y todo empieza igual, con una descarga fuera de Google Play. Una promesa de más seguridad. Una instalación rápida. Un “permitir” sin leer.
Revisa tus apps y los permisos. Y no instales nada que prometa protegerte mientras pide acceso a todo. Esa protección no es real.
