Desde su lanzamiento, Windows 11 ha generado debate debido a sus exigentes requisitos de hardware en comparación con su predecesor, Windows 10. Ahora, con la próxima actualización de funciones 24H2, Microsoft está ajustando nuevamente estos requisitos, lo que podría dejar a algunos usuarios excluidos de la actualización.
Una de las principales novedades es la introducción de un nuevo requisito relacionado con el procesador de los dispositivos. Recientemente, los evaluadores de Windows 11 descubrieron que el sistema operativo ya no se instalaría en ciertos dispositivos debido a una restricción relacionada con el procesador. Este problema, identificado como una limitación en la capacidad del procesador para admitir las instrucciones POPCNT, ha llevado a que las instalaciones de compilación de prueba de Windows 11 fallen, así como las actualizaciones desde versiones anteriores del sistema operativo.
Windows 11: Requerimiento de SSE 4.2
El requisito clave que está causando problemas es la necesidad de que el procesador sea compatible con SSE4.2 para actualizar a la versión 24H2 de Windows 11 o instalar el sistema operativo en un nuevo dispositivo. Esta instrucción, presente en procesadores lanzados en la última década, se ha convertido en un requisito indispensable para la compatibilidad con Windows 11. Aunque anteriormente era posible sortear estos requisitos y realizar la instalación, ahora parece que Microsoft está aplicando restricciones más estrictas.
Un usuario de Twitter compartió la siguiente actualización:
⚠️ UPDATE: Since Windows 11 Build 26080, a CPU with the SSE4.2 instruction is ALSO REQUIRED TO BOOT Windows 11 Version 24H2!!
— Bob Pony (@TheBobPony) April 21, 2024
Attempting to boot Build 26080+ on systems without the SSE4.2 instruction present will trigger an automatic reboot once it reaches the boot screen phase. https://t.co/iLkYuqQojZ pic.twitter.com/5RCxzoFexQ
Para aquellos que ya han actualizado a Windows 11 pero cuyos dispositivos no cumplen con estos nuevos requisitos, las opciones son limitadas. Los usuarios con procesadores incompatibles se encontrarán atrapados en la versión 23H2 de Windows 11, que está programada para finalizar su soporte en octubre de 2025, coincidiendo con el final del soporte de Windows 10.
Una alternativa para estos usuarios es retroceder a Windows 10, aunque Microsoft planea ofrecer la opción de extender el soporte hasta octubre de 2028, mediante un pago adicional. Sin embargo, esto plantea interrogantes sobre el costo y la viabilidad a largo plazo de mantener estos dispositivos en sistemas operativos más antiguos.
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