
¿Recuerdas cuando GIMP, la alternativa gratuita a Photoshop, parecía quedarse atrás? Durante años, se veía como una opción decente, pero algo obsoleta. Después de siete años de espera, GIMP 3.0 llega para cambiar las reglas del juego.
La antigua versión, algo desordenada, ha sido completamente renovada. Gracias a la migración a GTK3, todo se siente más moderno y fluido. Los problemas con pantallas de alta resolución y tabletas gráficas, que antes hacían de GIMP un desafío, ya no existen. Aunque GTK3 no es lo más nuevo (GTK4 ya está disponible), la diferencia es notable. La experiencia es ahora mucho más accesible y nítida.
Para los que trabajan profesionalmente con imágenes, la implementación de filtros no destructivos es un cambio clave. Ahora puedes aplicar efectos de forma «activa», lo que te permite ajustarlos sin perder el progreso.
GIMP 3.0 también ha mejorado el control del color, permitiendo trabajar con espacios de color más allá del sRGB. Esto es ideal para quienes editan en perfiles como Adobe RGB, y en futuras versiones se añadirán más opciones, como CMYK y LAB. Además, ahora puedes guardar filtros no destructivos como archivos XCF, lo que facilita compartir proyectos y el trabajo en equipo.
GIMP 3.0 ahora soporta más formatos de archivo, como JPEG-XL, y maneja mejor los metadatos de Photoshop. Si trabajas con imágenes en CMYK, también notarás mejoras significativas.
La gestión de capas también ha mejorado, lo que te permite concentrarte en la creación en lugar de en la logística de las herramientas.
Aunque GIMP 3.0 ya es impresionante, lo mejor está por venir. Los desarrolladores ya están trabajando en futuras actualizaciones que expandirán aún más las capacidades del software.
Lo que hemos mencionado hasta ahora son solo los cambios más importantes, pero GIMP 3.0 tiene aún más mejoras bajo el capó.